¡No estaba segura de poder hacer frente a aquel vaquero por mucho tiempo!
Al volver al rancho, Clint Hayworth había encontrado a cargo de todo a la joven y guapa viuda de su padre. Sin duda era una cazafortunas… ¿entonces por qué Clint no podía dejar de pensar en ella?
Tess Hayworth no podía quedarse parada mientras el rancho se venía abajo. Era el único lugar en el que se había sentido segura en toda su vida. Así pues, tendría que enfrentarse a aquel texano testarudo y guapísimo y domarlo de una vez por todas….
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